"Tengo la sensación de que desde que he empezado a escribir en este blog he tenido pocas oportunidades de hablar de competición
, y es porque me encuentro en un momento en el que compito muy poco para lo que viene siendo habitual (en un mes y medio dos partidos de liga y campeonato de Cataluña).
Esto se traduce en que hay días que se hace muy difícil encontrar la motivación para entrenar con la misma intensidad que lo harías si supieses que tienes el partido más importante del año el mes que viene. Obviamente es normal que en algunos momentos de la temporada baje el ritmo, pero también es cierto que aunque se entrene menos horas o más suave, creo que es importantísimo hacerlo con la máxima concentración posible, ya que si no es de esta manera, se convierte en una pérdida de tiempo.
Hace un par de años, en cuanto mi concentración bajaba, intentaba hacer ejercicios de visualización pasiva y me imaginaba a mi misma jugando y entrenando como algunas jugadoras asiáticas a las que veo en campeonatos y dan la impresión de no desperdiciar ni un minuto de entreno, siempre concentradas al máximo. Esto me servía para volver a la concentración y entrenar con más intensidad.
Ahora, desde hace unos meses, he dejado de proyectar la imagen de un entrenamiento intensivo y en cambio he empezado a visualizarme a mi misma disputando una competición importante. Intento imaginarme con todo detalle las sensaciones que me invaden cuando juego un partido que es decisivo y eso, me ayuda a seguir entrenando con los cinco sentidos puestos en lo que estoy haciendo.
Esto, que es una práctica que se me ocurrió con una amiga y que suena como una “frikez”, resulta que es una técnica conocida que hay gente que la trabaja con profesionales y psicólogos. Parece ser, que si se realiza correctamente una rememorización sensorial, motora y emocional, se produce en los músculos un trabajo que es similar al que se realiza durante la actividad física que esta siendo visualizada. Obviamente la actividad muscular no es tan intensa como la que se experimenta durante el momento en sí pero está demostrado que es efectivo. Es decir, que “imaginarme que entreno” sirve también para entrenar.
Recuerdo que cuando era pequeña alguien me dijo que un campeón de Europa y subcampeón del Mundo (JM Saive) había dicho en una entrevista que él, cuando estaba tumbado en la cama de su habitación, a veces, cerraba los ojos y entrenaba. Yo, que apenas era una niña y llevaba poco jugando, pensé “vaya tarado, si no quiero pensar en que estoy entrenando cuando estoy en la sala como para ponerse a pensar en ello cuando estoy descansando!”. Ahora, muchos años más tarde, no estoy segura de si estando tumbada en la cama imaginando que entreno puedo sacarle algún beneficio, pero creo firmemente que si al estar corriendo, haciendo pesas en el gimnasio, entrenando o cocinando estamos 100% concentrados en esa actividad los resultados que podemos obtener se incrementan exponencialmente."
Extret de "http://elcontragolpe.net/2014/06/visualizacion-pasiva/"
